Es habitual, cuando vemos madera en exterior, que tenga el aspecto de la foto. Esto no es, ni mucho menos, lo "normal".
Más bien es la consecuencia de un mal asesoramiento y el uso inadecuado de los productos. Con total seguridad se trata de un lasur. Aunque en su descripción se refiere a un protector transparente o translúcido, el origen de los problemas es el pigmento. La diferencia, a groso modo, con un aceite, es esta.
La madera que vemos en la foto no está estropeada. Su protector si. Este efecto de desgaste irregular es debido a la incidencia del sol; donde más tiempo incide, peor se encuentra su aspecto. En algunas zonas ni siquiera se ve producto. Para recuperar esta madera y su aspecto original, es necesario intervenir mecánicamente, lo cual es costoso y lento.
Si hubiese tenido un mantenimiento con el mismo producto, se habría marcado con el tiempo las zonas con desgaste de las que mejor están. Esto declina su fin a la misma solución.
No obstante, un aceite, aunque también degrada más o menos dependiendo de la incidencia del sol, es fácilmente recuperable con otra mano. El mantenimiento, pese a lo que muchos creen, es poco y barato. Las cuatro fotos siguientes muestran la evolución de una tarima al exterior tratada con aceite cada seis meses. Hay que tener en cuenta que la incidencia del sol es de todo el día.
Este es el aspecto con el que nos encontramos la tarima a principios de 2012. Al estar tratada con lasur, las zonas al sol estaban muy desgastadas pero donde no daba el sol estaba intacto.
El trabajo fue bastante costoso aunque muy satisfactorio. Se le aplicaron dos manos de aceite de Mapei. Ultracoat top deck oil.
Primera aplicación. Terraza nueva.
Es importante saber, que este aspecto, hasta con mantenimiento, no dura. Tiene un envejecimiento como cualquier producto a diferencia del aspecto. Los productos no envejecen igual. Del mismo modo, el aceite realmente respeta las características de la madera y es transpirable.
Pasados 6 meses se aplica una mano de "mantenimiento". Se le llama así porque se aplica de forma distinta y con un consumo muy inferior a las primeras manos.
Finalmente, a finales de 2015, este es el aspecto de la madera con 5 mantenimientos. ¿A cambiado? Evidentemente. No obstante, mantiene un aspecto muy distinto de los que tendría con otros productos.
Esto es fácil y barato.
El lasur es un producto adecuado para revestimientos verticales. Para suelos, quizás no sea el más adecuado. Los aceites naturales son la mejor opción para el mantenimiento de maderas en exterior y pese a lo que la gente cree, no dura menos que un lasur. Es más, se mantiene mejor. Porque la primera información que hay que tener sobre exteriores (y en interiores también) es que ningún producto es inalterable, indestructible o eterno. Disfrutar de la sensación de un suelo cuidado y natural es algo que depende de su mantenimiento.
Para finalizar, no pretendo menospreciar el oficio de la carpintería con respecto al pavimento. Pero es objetivo, y cada vez más, que los recursos, sistemas de trabajo y maquinaria, suelen quedar lejos de lo que realmente es necesario para la correcta instalación, restauración o mantenimiento. Al igual que un carpintero no hace guitarras y un luthier no hace armarios, el trabajo de los suelos de madera es de los parquetistas.
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